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1 de octubre de 2010

Octubre mes del Rosario.

Rosario o Coronilla de la Divina Misericordia--->
<---Misterios Luminosos.


Virgen del Santo Rosario.



En la antigüedad, los romanos y los griegos solían coronar con rosas a las estatuas que representaban a sus dioses como símbolo del ofrecimiento de sus corazones. La palabra “rosario” significa “corona de rosas”.
Siguiendo esta tradición, las mujeres cristianas que eran llevadas al martirio por los romanos, marchaban por el Coliseo vestidas con sus ropas más vistosas y con sus cabezas adornadas de coronas de rosas, como símbolo de alegría y de la entrega de sus corazones al ir al encuentro de Dios.
Por la noche, los cristianos recogían sus coronas y por cada rosa, recitaban una oración o un salmo por el eterno descanso del alma de las mártires.

La Iglesia recomendó rezar el rosario, el cual consistía en recitar los 150 salmos de David, pues era considerada una oración sumamente agradable a Dios y fuente de innumerables gracias para aquellos que la rezaran. Sin embargo, esta recomendación sólo la seguían las personas cultas y letradas, pero no la mayoría de los cristianos. Por esto, la Iglesia sugirió que aquellos que no supieran leer, suplantaran los 150 salmos por 150 Avemarías, divididas en quince decenas.
A este “rosario corto” se le llamó “el salterio de la Virgen”.

Domingo de Guzmán era un santo sacerdote español que fue al sur de Francia para convertir a los que se habían apartado de la Iglesia por la herejía albingense.
Los albingenses enseñaban que existían dos dioses, uno del bien y otro del mal.
Domingo de Guzmán sufría al ver que la gravedad de los pecados de la gente estaba impidiendo la conversión de los albigenses y decidió ir al bosque a rezar.

Estuvo en oración tres días y tres noches haciendo penitencia y flagelándose hasta perder el sentido. En este momento, se le apareció la Virgen con tres ángeles y le dijo que la mejor arma para convertir a las almas duras no era la flagelación, sino el rezo de su salterio.
Santo Domingo se dirigió en ese mismo momento a la catedral de Toulouse, sonaron las campanas y la gente se reunió para escucharlo.
Cuando iba a empezar a hablar, se soltó una tormenta con rayos y viento muy fuerte que hizo que la gente se asustara.
Todos los presentes pudieron ver que la imagen de la Virgen que estaba en la catedral, alzaba tres veces los brazos hacia el Cielo.
Santo Domingo empezó a rezar el salterio de la Virgen y la tormenta se terminó.

En otra ocasión, Santo Domingo tenía que dar un sermón en la Iglesia de Notre Dame en París con motivo de la fiesta de San Juan y, antes de hacerlo, rezó el Rosario. La Virgen se le apareció y le dijo que su sermón estaba bien, pero que mejor lo cambiara y le entregó un libro con imágenes, en el cual le explicaba lo mucho que gustaba a Dios el rosario de Avemarías porque le recordaba ciento cincuenta veces el momento en que la humanidad, representada por María, había aceptado a su Hijo como Salvador.
Santo Domingo cambió su homilía y habló de la devoción del Rosario y la gente comenzó a rezarlo con devoción, a vivir cristianamente y a dejar atrás sus malos hábitos.

La Madre de Dios, en persona, se le apareció a Domingo en una capilla y le enseñó a rezar el rosario en el año 1208, sostenía en su mano el rosario, se lo entregó y le dijo que propagara esta devoción y la utilizara como arma poderosa en contra de los enemigos de la Fe.
Domingo salió de allí lleno de celo, con el rosario en la mano.
Efectivamente, lo predicó por todo el mundo, y con gran éxito por que muchos albingenses y los que estaban apartados de Dios volvieron a la fe católica.
La misma Virgen le prometió que muchos pecadores se convertirían y obtendrían abundantes gracias.

Santo Domingo murió en 1221, después de una vida en la que se dedicó a predicar y hacer popular la devoción del Rosario entre las gentes de todas las clases sociales para el sufragio de las almas del Purgatorio, para el triunfo sobre el mal y prosperidad de la Santa Madre de la Iglesia.
El rezo del Rosario mantuvo su fervor por cien años después de la muerte de Santo Domingo y empezó a ser olvidado.

En 1349, hubo en Europa una terrible epidemia de peste a la que se le llamó "la muerte negra" en la que murieron muchísimas personas.
Fue entonces cuando el fraile Alan de la Roche, superior de los dominicos en la misma provincia de Francia donde había comenzado la devoción al Rosario, tuvo una aparición, en la cual Jesús, la Virgen y Santo Domingo le pidieron que reviviera la antigua costumbre del rezo del Santo Rosario.
El Padre Alan comenzó esta labor de propagación junto con todos los frailes dominicos en 1460.
Ellos le dieron la forma que tiene actualmente, con la aprobación eclesiástica.
A partir de entonces, esta devoción se extendió en toda la Iglesia.

Desde el principio de la Iglesia los cristianos rezan los salmos como lo hacen los judíos. Mas tarde, en muchos monasterios se rezan los 150 salmos cada día.
Los laicos devotos no podían rezar tanto pero querían según sus posibilidades imitar a los monjes.

El 7 de octubre de 1571 se llevó a cabo la batalla naval de Lepanto, en la cual los cristianos vencieron a los turcos.
Los cristianos sabían que si perdían esta batalla, su religión podía peligrar y por esta razón confiaron en la ayuda de Dios a través de la intercesión de la Santísima Virgen.
El Papa San Pío V pidió a los cristianos rezar el rosario por la flota.
En Roma estaba el Papa despachando asuntos cuando de repente se levantó y anunció que la flota cristiana había sido victoriosa. Ordena el toque de campanas y una procesión.
Días más tarde llegaron los mensajeros con la noticia oficial del triunfo cristiano. Posteriormente, instituyó la fiesta de Nuestra Señora de las Victorias el 7 de octubre.
Un año más tarde, Gregorio XIII cambió el nombre de la fiesta por el de Nuestra Señora del Rosario y determinó que se celebrase el primer domingo de Octubre (día en que se había ganado la batalla). Actualmente se celebra la fiesta del Rosario el 7 de Octubre y algunos dominicos siguen celebrándola el primer domingo del mes.


EL SANTO ROSARIO UN "ARMA PODEROSA"

A lo largo de la historia, se ha visto como el rezo del Santo Rosario espanta a los demonios, fuera del camino del hombre y de la Iglesia.
Llena de bendiciones a quienes lo rezan con devoción.
Nuestra Madre del Cielo ha seguido promoviéndolo, en Lourdes con Bernardita, y principalmente en sus apariciones a los pastorcillos de Fátima,
El Rosario es una verdadera fuente de gracias. María es medianera de las gracias de Dios.
Dios ha querido que muchas gracias nos lleguen através del rosario, ya que fue por ella que nos llegó la salvación.
Todo cristiano puede rezar el Rosario.
Es una oración muy completa, ya que requiere del empleo simultáneo de tres potencias de la persona: física, vocal y espiritual. Las cuentas favorecen la concentración de la mente.
Rezar el Rosario es como llevar diez flores a María en cada misterio. Es una manera de repetirle muchas veces lo mucho que la queremos. El amor y la piedad no se cansan nunca de repetir con frecuencia las mismas palabras, porque siempre contienen algo nuevo.
Si lo rezamos todos los días, la Virgen nos llenará de gracias y nos ayudará a llegar al Cielo.
La Santísima Virgen María en diferentes apariciones dijo:

"Quién rece mi Rosario, No se Condenará"
"Yo saco pronto del purgatorio a los devotos de mi Rosario"
"Si quieres alguna gracia, pídemelo a Mí, que soy tu Madre, con el Rosario en mano"


María intercede por nosotros sus hijos y no nos deja de premiar con su ayuda. Al rezarlo, recordamos con la mente y el corazón los misterios de la vida de Jesús y los misterios de la conducta admirable de María:
Nos metemos en las escenas evangélicas: Belén, Nazaret, Jerusalén, el huerto de los Olivos, el Calvario, María al pie de la cruz, Cristo resucitado, el Cielo, todo esto pasa por nuestra mente mientras nuestros labios oran.

LETANÍAS LAURETANAS.

El Rosario no es una oración litúrgica, sino ejercicio piadoso. Las Letanías forman una parte oficial de la liturgia en cuanto que las invocaciones reciben permiso de la Santa Sede.
Se cree que su origen fue, probablemente, antes del siglo XII.
La forma actual en la que las rezamos se adoptó en el santuario mariano de Loreto, en Italia y se llama Letanía lauretana.
En 1587, el Papa Sixto V la aprobó para que la rezaran todos los cristianos. Todos los cristianos hemos recurrido a la Virgen en momentos de alegría llamándola “Causa de nuestra alegría”, en momentos de dolor diciéndole “Consoladora de los afligidos”, etc.
Podemos rezar las Letanías con devoción, con amor filial, con gozo de tener una Madre con tantos títulos y perfecciones, recibidos de Dios por su Maternidad divina y por su absoluta fidelidad. Al rezarlas, tendremos la dicha de alabar a María, de invocar su protección y de ser ayudados siempre ya que la Virgen no nos deja desamparados.

REZAR EL SANTO ROSARIO

Como se trata de una oración, lo primero que hay que hacer es saludar persignarnos y ponernos en presencia de Dios y de la Santísima Virgen.
Luego, se enuncian los misterios del día que se van a rezar y comenzamos a meditar en el primero de estos cinco misterios.
Durante la oración de cada misterio, trataremos de acompañar a Jesús y a María en aquellos momentos importantes de sus vidas.
Aprovechamos de pedirles ayuda para imitar las virtudes y cualidades que ellos tuvieron en esos momentos.

Al meditarlos frecuentemente, estas guías pasan a formar parte de nuestra conciencia, de nuestra vida. Podemos ofrecer cada misterio del rosario por una intención en particular y se puede leer una parte del Evangelio que nos hable acerca del misterio que estamos rezando.
Cada misterio consta de un Padrenuestro seguido de diez Avemarías y un Gloria.

En Fátima en el año 1917, la Santísima Virgen pidió que se rezara después de cada misterio la siguiente oración:

"Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva la cielo a todas las almas y socorre especialmente a las más necesitadas de tu Misericordia".

Usamos nuestro rosario pasando una cuenta en cada Avemaría. Así seguimos hasta terminar con los cinco misterios.
Al terminar de rezar los quince misterios, se acostubra a reza las Letanías Lauretanas. Muy recomendada por la Iglesia y muy indulgenciada. Ya que con ella exaltamos la gloria terrenal y espiritual de la Santísima Virgen María.

LUNES Y SÁBADO

MISTERIOS GOZOSOS.


1. La Anunciación del ángel a la Virgen. Pidamos: La obediencia.

2. La Visita de la Virgen a su prima Isabel. Pidamos: Amor al prójimo.

3. El Nacimiento del Hijo de Dios. Pidamos: Desprendimiento ajeno a Dios.

4. La Presentación del niño Jesús en el templo. Pidamos: Pureza de intención.

5. El Niño Jesús perdido y hallado en el templo. Pidamos: Sabiduría.


MARTES Y VIERNES

MISTERIOS DOLOROSOS.


1. La Oración de Jesús en el huerto. Pidamos: Verdadero arrepentimiento de los pecados.

2. La flagelación de nuestro Señor Jesucristo. Pidamos: Espíritu de sacrificio

3. La coronación de espinas. Pidamos: Desapego a lo material

4. Jesucristo es cargado con la Cruz. Pidamos: Paciencia por mi cruz.

5. La crucifixión de nuestro Señor Jesucristo. Pidamos: Generosidad con los demás.

MIERCOLES Y DOMINGOS.

MISTERIOS GLORIOSOS.


1. La Resurrección de Jesucristo. Pidamos: Fe, Esperanza y Caridad

2. La Ascensión del Señor a los Cielos. Pidamos: Deseo de ir al Cielo

3. La venida del Espíritu Santo. Pidamos: Deseo de vivir en Gracia

4. La Asunción de la Virgen a los Cielos. Pidamos: Amor a María

5. La Coronación de la Virgen en los Cielos. Pidamos: Perseverancia en amar a Dios.

JUEVES.

MISTERIOS LUMINOSOS.


1. El Bautismo de Jesús en el Jordán 2 Co 5, 21; . Mt 3, 17. Pidamos: Ser bautizados.

2. Las bodas de Caná; Jn 2, 1-12. Pidamos: La intercesión de María.

3. El anuncio del Reino de Dios Mc 1, 15; Mc 2. 3-13; Lc 47-48. Pidamos: Difundir el evangelio.

4. La Transfiguración; Lc 9, 35. Pidamos: Que Jesús moldee nuestra vida.

5. La Institución de la Eucaristía, Jn13, 1. Pidamos: Confesar y Comulgar frecuentemente.

LETANÍAS LAURETANAS DE MARÍA SANTÍSIMA.


Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Dios Padre celestial,
ten misericordia de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo,
Dios Espíritu Santo,
Santísima Trinidad, un solo Dios.
Santa María,
ruega por nosotros.

Santa Madre de Dios,
ruega por nosotros.

Santa Virgen de las vírgenes,
ruega por nosotros.

Madre de Cristo,
ruega por nosotros.

Madre de la Iglesia,
ruega por nosotros.

Madre de la Divina Gracia,
ruega por nosotros.

Madre purísima,
ruega por nosotros.

Madre castísima,
ruega por nosotros.

Madre virginal,
ruega por nosotros.

Madre sin mancha,
ruega por nosotros.

Madre Inmaculada,
ruega por nosotros.

Madre amable,
ruega por nosotros.

Madre admirable,
ruega por nosotros.

Madre del Buen Consejo,
ruega por nosotros.

Madre del Creador,
ruega por nosotros.

Madre del Salvador,
ruega por nosotros.

Madre de la Iglesia,
ruega por nosotros.


Virgen prudentísima,
ruega por nosotros.

Virgen digna de veneración,
ruega por nosotros.

Virgen digna de alabanza,
ruega por nosotros.

Virgen fiel,
ruega por nosotros.

Virgen poderosa,
ruega por nosotros.

Virgen clemente,
ruega por nosotros.

Espejo de justicia,
ruega por nosotros.

Trono de sabiduría,
ruega por nosotros.

Causa de nuestra alegría,
ruega por nosotros.

Templo del Espíritu Santo,
ruega por nosotros.

Honor de los pueblos,
ruega por nosotros.

Modelo de entrega a Dios,
ruega por nosotros.

Vaso espiritual,
ruega por nosotros.

Vaso de honor,
ruega por nosotros.

Vaso insigne de devoción,
ruega por nosotros.

Rosa mística,
ruega por nosotros.

Torre de David,
ruega por nosotros.

Torre de marfil,
ruega por nosotros.

Casa de oro,
ruega por nosotros.

Arca de la nueva Alianza,
ruega por nosotros.

Puerta del Cielo,
ruega por nosotros.

Estrella de la mañana,
ruega por nosotros.

Salud de los enfermos,
ruega por nosotros.

Refugio de los pecadores,
ruega por nosotros.

Consuelo de los afligidos,
ruega por nosotros.

Auxilio de los cristianos,
ruega por nosotros.

Reina de los ángeles,
ruega por nosotros.

Reina de los patriarcas,
ruega por nosotros.

Reina de los profetas,
ruega por nosotros.

Reina de los apóstoles,
ruega por nosotros.

Reina de los mártires,
ruega por nosotros.

Reina de los confesores,
ruega por nosotros.

Reina de las vírgenes,
ruega por nosotros.

Reina de todos los santos,

Reina concebida sin pecado original,
ruega por nosotros.

Reina elevada al cielo,
ruega por nosotros.

Reina del Santísimo Rosario,
ruega por nosotros.

Reina de las familias,
ruega por nosotros.

Reina de la paz,ruega por nosotros.

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
perdónanos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
escúchanos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
ten misericordia de nosotros.

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,
para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de nuestro Señor JesuCristo. Amén.

Oración
Te rogamos nos concedas,Señor Dios nuestro,gozar de continua salud de alma y cuerpo,
y por la gloriosa intercesión de la bienaventurada siempre Virgen María,
vernos libres de las tristezas de la vida presente y disfrutar de las alegrías eternas.
Por Cristo nuestro Señor. Amén.

Otra oración:

Bajo tu amparo nos refugiamos Santa Madre de Dios, no desoigas nuestras súplicas en las necesidades antes bien, dígnate de escucharlas benignamente. Librándonos de todos los peligros Virgen Gloriosa y Bendita. Amén.














Los Papas han insistido mucho en el rezo del Santo Rosario diario a los fieles, por las abundantes gracias que se gana. Rezar el Rosario, en estado de gracia, se gana Indulgencia Plenaria; rezándolo en una Iglesia ó delante del Santísimo Sacramento. Y además debemos orar por la intenciones del Papa(un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria).

Frases y Dichos.


El que dice lo que quiere, escucha lo que no quiere. (Tenecio)

Ver es creer, pero sentir es estar seguro. (John Ray)

No es pobre el que tiene poco, sino aquel que teniendo mucho todavía desea tener más.(Español)

Quien espera que los otros lo hagan feliz, no lo será jamás. Pero sí lo será quien procure hacer feliz a los otros. (San Antonio de Padua.)

Del trabajo del obrero, nace la grandeza de las naciones. (Robert Kennedy)

El amor en la vida del hombre es una cosa aparte, pero en la mujer forma toda su existencia.(Mexicano)

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