La Hora de la gran Misericordia. Las tres en punto de la tarde.

Visión de Sor Lucía en Tuy España. Vidente de Fátima.--->
<---Depresión espiritual

Mediante una visión Sor Faustina contempló que Dios bendecía la tierra en atención a su Hijo y escribió:

Vi una gran luz con Dios Padre el el centro. Entre esta luz y la tierra vi a Jesús clavado en la Cruz de tal forma que Dios, deseando mirar hacia la tierra, tenía que hacerlo a através de las heridas de Nuestro Señor. (I,24).

La devoción que más agrada a nuestro Nuestro Señor es la veneración de su Pasión y muerte, en aquel instante en que tuvo su muerte redentora en la Cruz. Por la pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo, tuvimos acceso al Reino de Dios.
¡Qué amor debería inundar nuestros corazones y con qué rapidez deberíamos acudir a la llamada de Nuestro Señor!

"Yo te recuerdo hija mía que tan pronto como suene el reloj a las tres de la tarde, sumérjete completamente en mi Misericordia, adorándola y glorificándola;
invoca su omnipotencia para todo el mundo, y particularmente para los pobres pecadores; porque en ese momento la Misericordia se abrió ampliamente para cada alma."

Dijo Jesús a Sor Fautina:

"A las tres de la tarde suplica Mi Misericordia, especialmente por los pecadores;
y aunque sea por un brevísimo instante, absórbete en Mi Pasión, en particular en Mi desamparo en el momento de Mi agonía.
Este es el momento de la gran Misericordia hacia el mundo entero.
Te permitiré entrar dentro de Mi tristeza mortal.
En tal hora nada le será negado al alma que me lo pida, por los méritos de mi Pasión".(IV,59)

“Hija Mía, en esa hora procura rezar el Vía Crucis, en cuanto te lo permitan tus deberes;
y si no puedes rezar el Vía Crucis, por lo menos entra un momento en la Capilla y adora en el Santísimo Sacramento a Mi Corazón que está lleno de misericordia...
Y si no puedes entrar en la Capilla, sumérgete en oración allí donde estés,
aunque sea por un brevísimo instante.”

Breves Oraciones para rezarse a las tres de la tarde

Expiraste, Jesús, pero tu muerte hizo brotar un manantial de vida para las almas, y el océano de Tu Misericordia inundó todo el mundo.
¡Oh Fuente de Vida, insondable Misericordia Divina, inunda el mundo entero derramando sobre nosotros hasta Tu última gota!.(IV,59).
¡Oh, Sangre y Agua que bratastéis del Corazón de Jesús, como una fuente de misericordia para nosotros en Tí confío!.(I,35)

VÍA CRUCIS DE LA DIVINA MISERICORDIA.

Padre Eterno, te ofrezco la dolorosa Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, en expiación de nuestros pecados y los del mundo entero:

I. Por su condena a muerte;
ten misericordia de nosotros y del mundo entero.

II. Por la cruz que le fue cargada sobre sus espaldas;
ten misericordia de nosotros y del mundo entero.

III. Por su primera caída;
ten misericordia de nosotros y del mundo entero.

IV. Por las lágrimas de su Madre que vino a su encuentro;
ten misericordia de nosotros y del mundo entero.

V. Por la angustiosa fatiga por cuya causa se debió obligar al Cirineo a yudarlo;
ten misericordia de nosotros y del mundo entero.

VI. Por la compasión de la mujer que le limpió el rostro cubierto de sangre;
ten misericordia de nosotros y del mundo entero.

VII. Por su segunda caída;
ten misericordia de nosotros y del mundo entero.

VIII. Por las palabras que El dirigió a las mujeres que lo compadecían;
ten misericordia de nosotros y del mundo entero.

IX. Por su tercera caída;
ten misericordia de nosotros y del mundo entero.

X. Por aquella brasa de dolor que presentaba su cuerpo cuando fue despojado de sus vestiduras;
ten misericordia de nosotros y del mundo entero.

XI. Por la dolorosísima crucifixión de los clavos que atravesaron sus manos y sus pies; ten misericordia de nosotros y del mundo entero.

XII. Por el Agua y la Sangre que brotaron de su Corazón como "Fuente de todos los bienes para nosotro"(San Pedro Canisio);
ten misiericordia de nosotros y del mundo entero.

XIII. Por la imagen de todos los dolores que ofrecía su madre cuando lo tenía muerto entre sus brazos;
ten misericordia de nosotros y del mundo entero.

XIV. Por la tres horas de lenta agonía que Jesús padeció en la Cruz ante la burla y la indeferencia de los que lo rodeaban;
ten misericordia de nosotros y del mundo entero.

XV. Por todos los dolores que padeció en su cuerpo a causa de nuestros pecados;
ten misericordia de nosotros y del mundo entero. Amén, Amén, Amén.

A las tres de la tarde suplica Mi Misericordia especialmente por los pecadores; y aunque sea por brevísimo instante,
absórbete en Mi Pasión, en particular en Mi desamparo en el momento de mi Agonía. Este es el momento de la Gran Misericordia hacia el mundo.
Nada le será negado al alma que me lo pida por los méritos de mi Pasión.

Frases y dichos

Mira las estrellas, pero no te olvides de encender la lumbre del hogar.(Alemán)

El verdadero amor no se manifiesta en el deseo de acostarse con alguien, sino en el deseo de dormir con alguien.(M Kundera)

Quien no tiene enemigos, tampoco suele tener amigos.(Baltasar Gracián)

Cuando un hombre tiene un porqué vivir; soporta cualquier cómo.(Nietzschen)

El amor concede, la amistad exige.(Carmen Silva)

Lo pasado ha huido, lo que esperas está ausente, pero el presente es tuyo.(Árabe)

Amar no es mirarse el uno al otro; es mirar juntos en la misma dirección.(Saint Supery)